miércoles, 2 de febrero de 2011

Separación de Pareja1 - 29-ENE11

Este fenómeno humano generalmente indeseable, incómodo y nunca placentero de las relaciones afectivas humanas se da en todos los niveles.

Además de la historia sucinta de las separaciones forzosas a las que se somete un niño en su desarrollo psicosexual que vimos rápidamente ayer y hace un momento, lo que deja por verse una infinidad de temas asociados, que el tiempo de radio y su amable escucha no nos permite, hay un aspecto de la separación que aquí resulta especialmente interesante por los efectos en los individuos que la experimentan.

Para decirlo de una vez: toda separación es una catástrofe es una pérdida interna, sea reconocida o no.

Y decimos “toda separación” y no sólo las separaciones afectivas porque las cosas y las demás relaciones sociales también tienen un componente con un quantum de afecto sea conciente o no, que mostrará síntomas de la catástrofe del yo ante la separación.

Los recursos que hacen aparecer a la separación como inexistentes son eso: recursos. Son tan válidos como cualquier remedio casero que disminuya el dolor y cumplen su función. Pero impiden la realización del duelo y entonces el duelo encontrará otros caminos para manifestarse, desde la depresión sin explicación visible, hasta las actuaciones eufóricas artificiales en presencia de otros, que terminan en llanto al final del día, o al final de la semana, como hoy.
Bueno, con todo respeto, en toda investigación sobre cualquier cosa, si queremos saber por qué, tenemos que saber primero que el por qué encuentra cajones que tienen contenidos no muy agradables pero que si no los abrimos nunca lo sabremos.

La separación siempre está ahí, como la muerte.

Y uno se comporta en respuesta a la separación y la muerte reaccionando a ella con nuestra manera personal, con todo el “así soy yo” con el que crecimos desde que teníamos 5 años.

La muerte es el caso extremo, irreversible y no negociable de la separación. La cultura popular y las instituciones sociales la reconocen como la catástrofe emocional que es y tiene recursos para ayudar a realizar el duelo. Especialmente las instituciones religiosas que tienen en la vida después de la muerte el principal artículo de fe.

Pero la separación de la pareja humana en vida, no solo no tiene más recursos, sino que es vista como un fracaso y no como una eventualidad que NO siempre es evitable; a la muerte nunca se le ve culturalmente como un fracaso del occiso.

Esto, a pesar de que las separaciones de todo tipo han estado ahí a lo largo del desarrollo de toda la vida.

Tal vez sea hora de empezar a ver a la separación de los que se aman como un caso particular más de las separaciones que vivimos como si fuesen ensayos de la separación final que es la muerte.

Tenemos derecho a sufrir por ello, a permitirnos pasar el duelo y luego tenemos derecho a recuperar al yo que se siente totalmente abatido y sin ganas de volver a amar nunca en la vida y reconstruir la ciudad del corazón destruida por el bombardeo total de la pérdida.

Rezarle su novenario al muertito, pasar sí por el período de luto necesario, pero luego salir al mundo y caminar el resto de la propia vida con las propias relaciones que siempre quedan ahí y con las nuevas que aparezcan.

Que no queremos la separación es tan natural como no querer la muerte. Pero a pesar del desgarre, tenemos qué asumir tan desagradable realidad cuando ya no hay más remedio.

Si nos parece qué hay demasiadas separaciones es lo mismo que nos parezca que hay muchas muertes, tendremos que hacer trabajo social y político; pero cuidado con tratar de hacerlo en el seno de su hogar o en sus relaciones intimas.

Los asuntos del amor, del afecto y del apego no son políticamente negociables. No se manejan como si fueran una empresa, ni como si fueran un municipio o nación; ello precipitaría la separación en lugar de evitarla.

Es más bien la conciencia de que la separación siempre está ahí, en la Vida Cotidiana, y no sólo en nuestra pareja, sino también en nosotros mismos; y ése es el cajón que no queremos abrir para saberlo.

http://jperezrobles.wordpress.com; VC110129SepPareja1.docx ;19:02;3451Car.

No hay comentarios: