En estos días se siente uno como que no encuentra cosas realmente valiosas de qué hablar.
Cuando de pronto veo en la tele que se unieron Emilito Azcárraga y los capos de la comunicación nacional para hacer un esfuerzo de estrategia mediática y reunirse en una ONG con el nombre de ‘Iniciativa México’ y se me ablandó el corazón.
Repentinamente me vi escuchándolos ¡y creyéndoles!
Y es que esta vez están realmente asustados; y uno, no sé por qué, le cree a la gente asustada. Tanto por la catástrofe económica del cártel de Wall Street, como por la narcoviolencia de los cárteles mexicanos; no digamos de la incapacidad de los cárteles políticos, que dejaron diezmados a los medios nacionales cuando los legisladores hicieron su berrinche parlamentario al considerar que la influencia de los consorcios mediáticos en la elección presidencial pasada fue la que hizo ganar “haya sido como haya sido” a Calderón.
Los medios nacionales hace rato que se sienten los portadores de la moral pública; tal vez porque la iglesia católica mexicana ya no la pudo sostener más desde que empezó a tirarla por la ventana, de pequeña corrupción en pequeña corrupción, hasta llegar a manejar millones de dinero lavado y luego hacerse de la vista gorda con los pecados del fundador casi-santo que ya ni mentársela merece.
Pero resulta que la moral pública real la cantan los grupos como Los Tigres del Norte que no les creen a nadie, porque para ellos sus esclavas de oro naco se deben a que la gente los oye, porque denuncian a los que manipulan, mienten y llevan agua a su molino, mientras sus fans, la mayoría invisible, trabaja cada vez más y más por menos y menos.
Y tienen razón los medios y el gobierno en estar asustados, y por eso les madrugan a los mineros de Cananea, con una mano en la represión policiaca y la otra en el micrófono televisivo del Secretario del Trabajo, el Lic. Goebbels; no sea que se repita el barzón previo a la centenaria revolufia, oiga.
No es fascismo, es igualito, pero no lo es. El fascismo es primitivo e irracional; y se da sólo donde un fundamentalista religioso (“si Dios quiere”) o ideológico (“si la Gente quiere”) o un narco (“si Yo quiero”) llegue a presidente.
No, esto es democracia griega clásica. Aquella que se ejercía solo entre el 10% de los ciudadanos griegos que eran los únicos que votaban y parlamentaban, mientras el 90% de los griegos o morían en sus fronteras o trabajaban como si fueran una extensión de los esclavos de los senadores con sus túnicas blancas recién lavadas y sus grecas griegas (¿o toltecas?) en el mies de su falda.
Pero aquí y ahora, los dueños de México, cómplices de los crímenes de los dueños del mundo, están asustados, y tienen razones para estarlo. Se les está acabando su sala de juegos, donde la ludopatía, que esconde su ‘dineropatía’ insaciable, está amenazada; y de ahí la necesidad de re-educar a la gente ¿ve?, para que se sienta orgullosa de su gobierno, de sus empresas, de la comunicación en HD, de su economía piramidal; bueno, hasta de la selección nacional de fútbol con todo y su técnico hablando como presidente y de su presidente de la República hablando como hincha.
Pensándolo bien... Por eso hoy no tengo de qué hablar: “página blanca es mi corazón”.
http://jperezrobles.spaces.live.com/blog; PB100609PaginaBlanca.docx; 11:45; 2797Car.
miércoles, 9 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario