La elección ya pasó, en mi mandato y en mi periodo no habrá revanchismo ni habrá cacería de brujas, pero tampoco habrá impunidades que estemos tapando desde el nuevo gobierno, creo que vamos a entrar a un fecha histórica en una nueva etapa en el estado, esta promesa de cambio no debe ser para un retroceso, [para] un estancamiento.
A todos los sinaloenses los convoco a que tengamos muy claro cuál es la tarea, la tarea es dignificar la política y engrandecer a Sinaloa, no puede haber desviaciones de ninguna otra naturaleza.
Sinaloa es nuestro, Sinaloa lo tenemos que rescatar, Sinaloa lo tenemos que engrandecer para decir que ocupamos una parte en la historia. [Mario López Valdez, Línea Directa Portal, 2010-09-20]
Debemos reconocer que el mensaje de aceptación del gobernador electo de Sinaloa ante el TEE, estuvo bien.
Habló de su relación civilizada con los derrotados, también con un Poder Legislativo plural y sobre el engrandecimiento de Sinaloa. Excelente.
Habló también de su deseo de dignificar la política. Ese solo deseo muestra un darse cuenta de que la política rayaba en lo disfuncional en este estado, y en buena parte del país, cosa que se puede ver mejor desde el Senado de la Rep.; sin embargo, no deja de ser un buen deseo que puede tener tantas posibilidades abiertas a la interpretación como los libros sagrados de la fe.
Para dignificar la política, los políticos deben empezar por elevar su propio grupo de conceptos: por ejemplo es imposible concebir a un Fox capaz de hacerlo, por su obvia miseria conceptual; ni mucho menos al ‘góber precioso’ de Puebla, a los autocráticos de Oaxaca y Veracruz o al donador de millones del erario a la iglesia de su pueblo de Jalisco; simplemente están incapacitados para “dignificar la política” cuando ni siquiera la conocen en el sentido estricto. Para ellos, si la política no es un partido de futbol, un chiste, un albur, un negocio, una puntada, entonces ¿qué carajos es y de qué sirve?
La revancha por su parte, no puede caber en ningún gobernador sonriente y triunfante, ni en sus votantes, ahí la revancha se consuma en el mismo triunfo; en todo caso anidará, reprimida o no, en los derrotados; y de ese revanchismo es del que hay que cuidarse en el futuro.
Con todo, las interpretaciones que podemos hacer los observadores, en el mejor de los casos no tienen más sentido que el oráculo de Delfos o la idea personal de lo que debe ser; y en el peor escenario, el sentido de la amargura derrotada que se resbale de las comisuras de nuestros supuestos.
Solo el transcurrir del tiempo será el eterno e implacable juez.
Mientras tanto, si “la voluntad del de arriba” le permite al gobernador electo administrar este estado laico de Sinaloa sin homilías, con inteligencia y parsimonia, entonces rescatará a la mayoría de los sinaloenses de su histórica miseria económica, política y cultural; y entonces todos saldremos bendecidos; no antes.
Pensándolo bien... Porque sin esa “voluntad del de arriba” y con un gobierno creyente acá abajo, ¡que Dios nos agarre confesados!
http://jperezrobles.spaces.live.com/blog; PB100921GobMalova.docx; 15:59; 2019Car.
martes, 21 de septiembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario