La muerte de la joven operadora de radio de la Cruz Roja de Culiacán viene a aumentar la lista de profesiones de alto riego.
Claro que NO fue un accidente, y de nada sirve que el asesino lo crea así para salvarse de su culpa y poder dormir a gusto. No creo realmente que el sentimiento de culpa quepa en la neuro-psicosis de un sicario enloquecido por encima de su locura cotidiana; creo por el contrario que tratará de hacer alguna broma macabra entre sus compas, que tal vez le servirá al condimento de algún párrafo de novela narca, pero a él no; ni a nosotros tampoco.
No, la responsabilidad es de todos los directamente involucrados con la seguridad pública, y de ahí se derrama la culpa hacia todos los que informamos y a todos ustedes, que solo salen a trabajar todos los días para sobrevivir y sostener a sus familias.
Y precisamente a trabajar salió María Genoveva, a sus 21 años, apenas rebasada su adolescencia; y en su trabajo murió de un balazo en la cabeza, por el total importamadrismo social (porque ‘psicopatía’ o ‘sociopatía’ ya no dicen absolutamente nada) que desborda la actuación de un sicario en el paroxismo del asesinato, por encargo de su capo del negocio narco.
Otra muerte obscena de una persona inocente y joven que nos cae en los hombros a todos los que nos tragamos como idiotas el cuento de la prohibición del negocio narco, pero nos negamos a pensar siquiera lo que pasaría si se prohibiera el negocio del alcohol.
La lista de profesiones de riesgo aumenta tanto que pronto nos abarcará a todos; ya no solo a los periodistas, a los policías y a los propios delincuentes por obviedad, sino también a los políticos en medio de sus discursos llenos de falsas promesas electorales de acabar con la violencia narca y, si nos presionan tantito, habrá que inscribir a los voluntarios católicos de Cáritas, que se meten heroicamente en las áreas de pobreza extrema a repartir alimentos y medicinas.
Los vecinos de la colonia donde se oyen balazos toda la noche, o sea la colonia donde usted vive, tendrán que agregarse a la lista, por el oficio de ser un jefe de cualquier familia en su propia casa, donde no se oye ninguna sirena.
Y cuando la policía declara que no tiene ningún reporte, solo puede tener un significado concreto:
Todo se ha vuelto un oficio o profesión de riesgo simplemente porque no existe ningún cuerpo de seguridad que realice su trabajo cabalmente; ni municipal, ni estatal ni federal; ni siquiera el ejército que es la mayor fuerza armada del estado nacional.
La lista actualizada lo incluye ahora a usted que es maestro, sacerdote, trabajadora social, médico de un hospital general, bolero, despachador, puestero en el mercado, mecánico, chofer de autobús, taxi o camión materialista; mayordomo de una siembra, almacenista, cajero de súper, despachador de gasolina, repartidor a domicilio, vendedor de bienes raíces, gerente de sucursal de lo que sea, estudiante, alumno de primaria o jardín de niños, madre de familia paseando su bebé, deportista haciendo ejercicio… Si su oficio o profesión no aparece en esta lista, eso no significa que no sea también una profesión de alto riesgo.
Pensándolo bien... Lo siento mucho, pero si esta exageración le parece a usted creíble, entonces no es exageración.
http://jperezrobles.spaces.live.com; PB100301Profesiones.docx; 12:15; 2791Car.
lunes, 1 de marzo de 2010
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