Al quebranto ético hay que añadir el creciente cinismo de quienes nos gobiernan. Urgen soluciones y las busco en el mundo de la abogacía.
El futuro de los pensionados está en riesgo. Mientras bancos e instituciones financieras se dan un festín con el cobro de comisiones de las Afores, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) están al borde de la bancarrota.
Felipe Calderón y Manlio Fabio Beltrones ya se enzarzaron en una competencia discursiva sin reparar en que ambos permiten el cuotismo y el saqueo del ISSSTE y del IMSS.
En su primer día como Presidente, Vicente Fox entregó el ISSSTE al grupo político de Elba Esther Gordillo, y Calderón le refrendó la "posición". El Partido Verde Ecologista de México nunca aparece en las luchas ambientales pero es una lumbrera para hacer negocios; en alianza con el PRI y con Nueva Alianza aprobaron la llamada "Ley Simi", una reforma a la Ley del Seguro Social según la cual el IMSS entregará vales para adquirir las medicinas en farmacias privadas; eso beneficia a los negocios de la familia controladora del Verde (Sara Cantera, Reforma, 5 de noviembre de 2010).
¿Cómo enfrentar la desvergüenza institucionalizada?: Comprendiendo los engranajes y resortes que la hacen posible. Todos conocimos al joven idealista que vibraba de indignación ante las injusticias y que terminó chapoteando en la corrupción y el cinismo. Es una historia que se ha seguido reproduciendo durante la alternancia.
Luis Fernando Pérez Hurtado escribió un libro sobre los estudiantes de derecho (La futura generación de abogados mexicanos, México, UNAM/CEEAD, 2009).
Es un trabajo importante porque de los licenciados depende la existencia de un Estado de derecho y porque ésa es la profesión que profesa un importante número de políticos. Según una investigación de Esteban David Rodríguez, de los 432 diputados federales con licenciatura ¡149 son abogados! y 42 senadores con esa profesión de 128.
Pérez Hurtado entrevistó a 21 mil 798 estudiantes de 45 instituciones educativas.
Tomo algunas frases particularmente reveladoras: "[estudié derecho] para ayudar a las personas que lo necesiten y para llevar a cabo la justicia, aunque creo que me equivoqué, porque no es como creía"; "creí encontrar la solución de algunos problemas, hoy me doy cuenta que me equivoqué"; "tenía la idea de justicia, ahora no".
La norma es el quebranto ético de una profesión desprestigiada que requiere renovarse a fondo. [Sergio Aguayo, 2010-11-10]
Los abogados de hoy, por ejemplo, se encargarán (aparte de los fiats y como fue en el jardín de niños de Hermosillo] de que en el incendio de Culiacán que mató a las empleadas trabajando de noche, nada haya sido irregular, que todo haya sido legal y que no haya responsabilidad civil alguna contra los propietarios del negocio.
Pensándolo bien... Oiga, ¿un incendio el mismo dia del inventario? Ah, caray!
http://jperezrobles.wordpress.com/blog; PB101110Abogados.docx; 11:51; 2618Car.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
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