jueves, 14 de octubre de 2010

La Lección de Chile - 14OCT10

Hay diferencias fundamentales entre los casos mineros chileno y mexicano.

Hubo negligencia, corrupción y encubrimiento, ni duda cabe. Abusos y delitos que se dieron antes del accidente cuando la empresa Minera México, los gobiernos estatal y federal de ese entonces, así como el sindicato minero incumplieron con las normas de seguridad que una mina de carbón requería.

El Panel Internacional de Expertos en Seguridad en Minas realizó un diagnóstico de las fallas en octubre de 2007. Nada hubiera pasado, dice el panel, “si existiera un sistema de mantenimiento y monitoreo riguroso e íntegro, un sistema con una ventilación eficiente (de gases tóxicos y explosivos), si se implementara una mejor tecnología para soportar los pilares y los marcos de apoyo, y si hubiera una política gubernamental que promoviera la desgasificación de las minas de carbón”.

Si la empresa hubiera invertido en la seguridad de los trabajadores, si los gobiernos hubieran castigado la inseguridad en la mina, si el sindicato hubiese hecho algo para presionar por las quejas de los obreros. Hoy sabemos que varios trabajadores habían alertado de las condiciones en Pasta de Conchos. Si se les hubiera escuchado... Pero el hubiera no existe.

Comparar dos minas tan distintas es equiparar peras con manzanas. En cambio, con la actitud es diferente. Mientras los chilenos enfrentaron la tragedia con solidaridad y temple, en México todos estuvieron más interesados en repartir culpas que en hallar soluciones. Esa fue la gran lección que nos dieron. [El Universal, 2010-10-14]

Para empezar, de acuerdo con este reporte de El Universal, “el hubiera” sí existe: existió en Chile.

Que “la empresa Minera México, los gobiernos estatal y federal de ese entonces, así como el sindicato minero incumplieron con las normas de seguridad que una mina de carbón requería”, significa que el Estado Mexicano NO cumplió en Pasta de Conchos y todavía no cumple en cuestiones de la previsión debida.

La diferencia NO es la solidaridad ni el temple, señores; la diferencia está en una política de Estado que lleva directo a una criminal consecuencia.

El Estado Chileno, con un presidente conservador, actuó como deber actuar un Estado, desde antes del accidente; y el resultado fue el éxito que debió ser.

El Estado Mexicano, con un presidente conservador, actuó y sigue actuando como NO debe actuar un estado; desde antes de un accidente, desde antes de una inundación, desde antes de una catástrofe.

Es cierto, NO es igual: las minas NO son iguales, los Estados Nacionales NO son iguales y la clase de capitalismo y catolicismo que practican en México es criminalmente diferente.

Pensándolo bien... Esa es la verdadera lección que nos dieron los chilenos.
http://jperezroables.wordpress.com/blog; PB101014MineriayEstado.docx; 11:17; 2409Car.

1 comentario:

Luna Imaginaria dijo...

Qué triste... viéndolo por el lado serio o por el gracioso, es realmente decepcionante saber cómo estamos en este país. Yo aún sigo preguntándome: ¿Tendremos remedio? :-/