lunes, 11 de octubre de 2010

Lo Mismo - 11OCT10

Decir que México es un país de contrastes entre la escasez de las sequías y las destrucción de las inundaciones, entre las enfermedades del calor y las epidemias del frío, entre la folklórica pobreza extrema y la elegante riqueza extrema, es aburrirlo a usted con más de lo mismo.

Decir que “Fracasa el combate al delito” (aunque lo dijera el gobernador, y no solo un secretario de gobierno) sería una fotostática amarillenta de las primeras planas de los números publicados durante los últimos 20 años [hoy ya 30] donde cientos de personas son asesinadas cada año por el crimen organizado [hoy ya son miles].

Que Antonio Haas [todavía vivía] insista en su teoría (por cierto con toda razón y certeza) de que la prohibición de las drogas no solo NO impide su tráfico, sino que lo promueve, es solo una insistencia más ante el abrumador tonelaje anual de marihuana quemada por el ejército o de cocaína detectada en algunos barcos detenidos y en aviones estrellados; decir que las detenciones del contrabando hormiga por los retenes no le hace ni cosquillas ni a su droga ni a las armas del narco, es lo mismo.

Repetir que las víctimas de tal apariencia de lucha antinarco atiborran las cárceles llenas de choferes cuya ignorancia de la ley no los excluye de la pena que pagan por otros que los usaron sin consideración alguna, y que ahora son usados por la procuraduría para inflar su precario índice de detenciones y son abusados por los abogados para inflarse los bolsillos y son abusados por los custodios para corromperlos a ellos y a sus familiares, es cerrar el ciclo de las prohibiciones, sus daños colaterales, y decir lo mismo.

Tal parece que esta conflictiva entre el estado y la ciudadanía fuera como el Bolero de Ravel, que se repite y se repite hasta el infinito diciendo lo mismo.

A la mejor los ciudadanos no ven que no es tanto que repitan una existencia plana de viejos discos rayados, sino hay que verlo como que sigue las líneas de un resorte de amortiguador, que cambia de nivel en cada giro; o, para que me entiendan mis amigos intelectuales, como la gráfica de la evolución helicoidal de Tehillard de Chardin.

Bueno, ahora lo único que falta es asegurarnos que el cambio de nivel sea hacia arriba y no hacia abajo. [JPR, PB, 2000-10-10]

Nos encantaría hacer un juicio 10 años después de ese texto, pero sería tan obviamente deleznable para las cúpulas del poder oficial y el poder fáctico (igual de idiotas los unos y los otros) que cualquier juicio racional sería otra idiotez más tirada al chiquero.

Lo obvio aquí es que, desde cualquier perspectiva, la espiral de los últimos 30 años de México no solo NO ha sido ascendente, sino por el contrario es una caída libre sin nadie que abra el paracaídas; y todavía no toca fondo.

Pensándolo bien... Lo interesante sería saber cómo es que los mexicanos estén más hartos de babosadas diarias de la tele que del histórico deterioro nacional. http://jperezrobles.wordpress.com/blog; PB101011LoMismo.docx; 13:46; 2514Car.

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